Esta carrera la tenía marcada a fuego en mi calendario, solo había escuchado cosas buenas en foros, radio y gente del mundillo, las plazas vuelan (creo que en 15-20 minutos está todo el pescado vendido) así que no hay margen de maniobra... de cabeza y ya veremos. Venía de la transvulcania con la sensación de que la tendinitis era cosa del pasado, y asumiendo que mis ritmos este año son otros, ya que apenas he podido hacer kilómetros en condiciones.
Un par de semanas antes del día "D", recibo un correo de la organización invitándome a participar en un entrenamiento guiado. Pienso que me viene que ni al pelo, ya que no he subido ni un día al monte y encima es para ver la primera parte, que es la que no conozco (Cercedilla - Bola del Mundo)... allí me presento... no digo más que tuve agujetas hasta el jueves siguiente, a tres días de la carrera y solo pensaba que si haciendo la parte más "fácil" estaba como estaba... que iba a ser de mi después de subir a Peñalara y afrontar el temido "tubo de cabezas". En fin, para que pensar más si ya no hay marcha atrás...
Domingo 8 de Junio de 2014
... otro fin de semana de madrugones, a las 5:30 suena el despertador. Me meto un plato de pasta nada más levantarme, así a pecho descubierto, no se ni como me entra. Meto 3 geles, un par de barritas, unas pastillas de sal y dos cargas de isotónico a la mochila... del tema ropa, lo de abrigo que figura como material obligatorio (cortavientos, gorro y guantes), la previsión meteorológica es buena, pero yo es que soy muy legal, así que cargaré con ello aunque se que no me va a hacer falta (luego ves a mogollón de gente que va "a pelo", aun con los avisos de controles "sorpresa" de la organización).
Durante el trayecto a cercedilla, voy renegando de todo, principalmente de lo flojo que estoy y de las leves molestias que aún tengo en las rodillas. Otra vez el mismo tema que en trasnvulcania, tengo poca fe en que pueda completar la prueba sin joderme, así que, si la cosa se pone fea, lo dejamos este donde esté...
Recogemos dorsal y no hay mucho tiempo más para pensar, cuando quiero darme cuenta ya estoy pasando el control de chip, en quince minutos empezamos con el tema. Ni siquiera me ha dado tiempo a ver si andaba por ahí alguien conocido.
Empieza la carrera, tengo claro que no quiero prisas, voy con mis queridos bastones ya montados, cuanto más trabajo quitemos a las piernas, mejor. Pese a que somos poco más de 400 corredores, a la primera que el camino se estrecha un poco, se forma un poco de tapón que hace que el primer kilómetro y medio sea bastante lento. Como voy mal de cabeza cualquier cosa que sea aminorar la marcha me resulta un alivio, no he calentado y las piernas van muy pesadas, mi único consuelo es saber que mis comienzos de carrera son bastante sufridos, pero resulta complicado convencerse, en esa situación, que tus rodillas dejaran de molestarte, que las piernas irán más frescas con el tiempo y que disfrutaras como un enano del resto de la carrera.
La primera mirada que echo atrás y me doy cuenta que voy prácticamente en cola de pelotón, eso me empuja a subir un poco el ritmo pero ahora hay un estrecho sendero que no te permite ir a lo tuyo, así que voy adelantando cuando puedo, intentando no pasarme de vueltas.
Es un alivio llegar al puerto de Navacerrada, ahora se que "solo" queda la parte de Bola y nos habremos quitado la primera de las tres subidas que tiene la carrera. El cambio de recorrido, más largo pero con menos pendiente, es otro puntazo dada mi situación anímica y física, así que nos plantamos en el primer control en 1h54', 20 minutos más que en el entreno del fin de semana anterior, eso da un idea de lo acojonado que iba en cuanto a ritmo de carrera.
La bajada por la loma del Noruego fue patética, si sumamos que ya de por sí soy un cagao bajando, las molestias de las rodillas hacían que fuese prácticamente al trote cochinero, 38 minutos para hacer 5 kilómetros de bajada relativamente sencilla, aquí me pasaban hasta las vacas que pastaban en los prados. ¡Que sensación de paquete que llevaba!.
Llego a Cotos pensando en resetear un poco la mente. Como un poco y me meto un gel y una pastilla de sal, voy bebiendo bastante de momento es lo que mejor se me está dando de la carrera, al menos mi estomago se está portando bien. Antes de salir hacia peñalara, algunos ya vienen de vuelta, ojos como platos, envidia sana.
Empezamos la subida a Peñalara, no se si será el gel, pero el caso es que me noto bastante mejor y subo con cierta alegría, pasando a bastantes corredores, solo me frenan los numerosos grupos de excursionistas con los que hay que compartir el estrecho sendero, a veces van tan concentrados que tardan en darse cuenta que vas detrás esperando un hueco para pasar. El monte es de todos y no por estar compitiendo tenemos más preferencia, así que, un poco de paciencia que pronto llegamos a zona más abierta.
Al final me sale un tiempo aceptable al siguiente control (3h33m), una hora para quitarnos el segundo tramo de subida de la carrera. Esto me da moral, la bajada a Cotos no es mala y ahí ya solo hay que pensar en la última subida. Pero la cosa vuelve a torcerse en este tramo, no puedo apretar un pelo, enseguida se me quejan las rodillas, así que lo que normalmente puede llevar 20 minutos, a mi me se me va a casi 45.
Es lo que hay, así que no le doy más vueltas, subiendo no hay molestias y ahora si que tengo piernas para darle caña, así que comemos otro poco y nos chutamos otro gel para afrontar la subida a "Cabezas". He puesto especial cuidado en mis pies y a la mínima piedrecita que se colaba en las zapatillas he parado a poner cada cosa en su sitio, así que otro tema que de momento va bien controlado.
Esta última parte de subida la recuerdo bastante bien del verano pasado, es dura de cojones, con tramos muy, muy verticales y una última parte de bloques de piedra que se hace muy incómoda, sobre todo porque soy un merluzo y voy con los palos en la mano.
Durante toda la subida voy disfrutando como un enano, como no he forzado casi nada, voy como una moto. Paso a mucha gente, van ya 5 horas y los que no han medido bien el esfuerzo ahora lo están pagando, creo que si hubiese guardado los palos habría subido en un tiempo bastante bueno, al final 1h15m y ya sabiendo que lo peor ya ha pasado. Las maravillas del trail, uno pasa de estar hundido en la miseria a verlo todo de color rosa... ¡esto estaba ya hecho!.
Se que aun quedan un par de repechos para llegar a Bola de nuevo, pero también se que son poca cosa, así que cuando bajamos vamos en plan abuelo y subiendo le volvemos a meter alegría al cuerpo.
Llego a Bola apenas pasados 40 minutos y ya sabiendo que ahora hay que bajar, bajar y bajar... ufff, me jode el tema bastante, sobre todo porque empiezo a sentir ya molestias notorias en las rodillas y no quiero que la cosa pase a mayores. Son unos 10Km de bajada, se me hacen largos y lentos, se me va 1h30m... ¡que pena que doy!.
Han sido 7h39m, sin echar muchas cuentas, seguramente una hora más de lo que creo, podría haber hecho sin los problemas físicos que arrastro, pero estoy más que contento. He acabado la carrera, me lo he pasado bastante bien y estoy bastante entero de piernas. ¡que más se puede pedir!... un porrón de moral para ir con la cabeza entera al GTP110 de finales de junio. ¡¡VAMOS QUE NOS VAMOS!!.
